Coincidiendo con el Día de la Iglesia Diocesana, que en España se celebró bajo el lema «¿Y si lo que buscas está en tu interior?», el 10 de noviembre, durante la eucaristía presidida en la catedral tudense de Santa María, el obispo de Tui-Vigo, Mons. Antonio Valín, recordó que «somos llamados a sentirnos pueblo de Dios, colaboradores corresponsables de la construcción del Reino predicado por Jesús. Cada uno recibe esta invitación; cada uno, en diálogo con el Señor, responde». También agradeció la disponibilidad, la gratuidad y el servicio de las veintidós personas que, durante la celebración, recibieron los ministerios del acolitado y el lectorado.
El prelado tudense subrayó que, en este Día de la Iglesia Diocesana, «reunidos como familia, el Señor nos sigue interpelando con su voz en nuestro ser discípulos. Nos invita a poner toda nuestra confianza en Dios y, sólo en él, sabiendo que con él nunca nos falta nada y siempre abunda todo». De forma especial, Mons. Antonio Valín se dirigió a los seglares que fueron instituidos acólitos y lectores: «amad este servicio que se os encomienda y amad el Cuerpo de Cristo que es el Pueblo de Dios, al que vais a servir. Vivid en el día a día, de tal forma que, dóciles al Espíritu, conservando en el corazón la Palabra e identificándoos con ese Cristo Pan entregado seáis luz que alumbra y sal que da sabor a este mundo y a esta Iglesia diocesana».
Tras la proclamación del Evangelio y la homilía, mediante la entrega de un leccionario para los lectores y de una patena para los acólitos, los veintidós seglares de diferentes parroquias de la diócesis de Tui-Vigo recibieron los ministerios de lector y acólito, con los que asumen una responsabilidad eclesial que conlleva funciones de coordinación y formación de los fieles laicos y laicas que, de manera temporal, realicen esas tareas sin ser ministros instituidos. Así, la diócesis de Tui-Vigo busca seguir un camino de renovación pastoral que ponga en valor la necesaria implicación de los seglares en los diferentes ámbitos de la vida de la Iglesia, respondiendo, al mismo tiempo, a la vocación recibida por Dios como fieles laicos en medio de la comunidad eclesial.
La celebración finalizaba con un agradecimiento y unas breves palabras del obispo emérito, Mons. Luis Quinteiro, que expresó que este proyecto fue fruto del Espíritu Santo: «el papa Francisco pidió a la Iglesia que mostrásemos los ministerios laicales como una fuerza importante de la Evangelización. La realización de este proyecto es una gracia de Dios para toda la diócesis —seglares instituidos, sacerdotes, fieles laicos, etc.—». Durante los últimos años de su episcopado, Mons. Luis Quinteiro promovió esta iniciativa a través de la reestructuración de la escuela diocesana Ágora que, desde 2021, se transformó en «Ágora: Escuela de Teología, ministerios y servicios» para ofrecer una formación estructura, básica y sistemática que capacita a los seglares en el desarrollo de estos ministerios.
En 1973, el papa Pablo VI, a través de la carta apostólica Ministeria Quaedam, estableció dos ministerios: acólito y lector, que se podrían conferir de forma estable solo a hombres. Los ministerios, hasta ahora, eran recibidos casi exclusivamente por los seminaristas como un paso en su formación. En 2021, el papa Francisco publicó dos nuevos documentos: Spiritus Domini, por lo que permite que sean instituidas también mujeres; y Antiquum ministerium, por el que instituye un ministerio no litúrgico: el del catequista. Estas novedades han impulsado a la Iglesia Española a reflexionar sobre la praxis de los ministerios que ha desembocado en el documento Orientaciones sobre la institución de los ministerios de lector, acólito y catequista, que se experimentará durante un plazo de cinco años.
Fuente: diocesetuivigo.org
Coincidiendo con el Día de la Iglesia Diocesana, que en España se celebró bajo el lema «¿Y si lo que buscas está en tu interior?», el 10 de noviembre, durante la eucaristía presidida en la catedral tudense de Santa María, el obispo de Tui-Vigo, Mons. Antonio Valín, recordó que «somos llamados a sentirnos pueblo de Dios, colaboradores corresponsables de la construcción del Reino predicado por Jesús. Cada uno recibe esta invitación; cada uno, en diálogo con el Señor, responde». También agradeció la disponibilidad, la gratuidad y el servicio de las veintidós personas que, durante la celebración, recibieron los ministerios del acolitado y el lectorado.
El prelado tudense subrayó que, en este Día de la Iglesia Diocesana, «reunidos como familia, el Señor nos sigue interpelando con su voz en nuestro ser discípulos. Nos invita a poner toda nuestra confianza en Dios y, sólo en él, sabiendo que con él nunca nos falta nada y siempre abunda todo». De forma especial, Mons. Antonio Valín se dirigió a los seglares que fueron instituidos acólitos y lectores: «amad este servicio que se os encomienda y amad el Cuerpo de Cristo que es el Pueblo de Dios, al que vais a servir. Vivid en el día a día, de tal forma que, dóciles al Espíritu, conservando en el corazón la Palabra e identificándoos con ese Cristo Pan entregado seáis luz que alumbra y sal que da sabor a este mundo y a esta Iglesia diocesana».
Tras la proclamación del Evangelio y la homilía, mediante la entrega de un leccionario para los lectores y de una patena para los acólitos, los veintidós seglares de diferentes parroquias de la diócesis de Tui-Vigo recibieron los ministerios de lector y acólito, con los que asumen una responsabilidad eclesial que conlleva funciones de coordinación y formación de los fieles laicos y laicas que, de manera temporal, realicen esas tareas sin ser ministros instituidos. Así, la diócesis de Tui-Vigo busca seguir un camino de renovación pastoral que ponga en valor la necesaria implicación de los seglares en los diferentes ámbitos de la vida de la Iglesia, respondiendo, al mismo tiempo, a la vocación recibida por Dios como fieles laicos en medio de la comunidad eclesial.
La celebración finalizaba con un agradecimiento y unas breves palabras del obispo emérito, Mons. Luis Quinteiro, que expresó que este proyecto fue fruto del Espíritu Santo: «el papa Francisco pidió a la Iglesia que mostrásemos los ministerios laicales como una fuerza importante de la Evangelización. La realización de este proyecto es una gracia de Dios para toda la diócesis —seglares instituidos, sacerdotes, fieles laicos, etc.—». Durante los últimos años de su episcopado, Mons. Luis Quinteiro promovió esta iniciativa a través de la reestructuración de la escuela diocesana Ágora que, desde 2021, se transformó en «Ágora: Escuela de Teología, ministerios y servicios» para ofrecer una formación estructura, básica y sistemática que capacita a los seglares en el desarrollo de estos ministerios.
En 1973, el papa Pablo VI, a través de la carta apostólica Ministeria Quaedam, estableció dos ministerios: acólito y lector, que se podrían conferir de forma estable solo a hombres. Los ministerios, hasta ahora, eran recibidos casi exclusivamente por los seminaristas como un paso en su formación. En 2021, el papa Francisco publicó dos nuevos documentos: Spiritus Domini, por lo que permite que sean instituidas también mujeres; y Antiquum ministerium, por el que instituye un ministerio no litúrgico: el del catequista. Estas novedades han impulsado a la Iglesia Española a reflexionar sobre la praxis de los ministerios que ha desembocado en el documento Orientaciones sobre la institución de los ministerios de lector, acólito y catequista, que se experimentará durante un plazo de cinco años.
Fuente: diocesetuivigo.org